Entrada Individual Hebe Sánchez

 

COMPARACIÓN ENTRE LA EVALUACIÓN PSICOLOGÍA CLÍNICA Y FORENSE

En esta entrada, se explicará de forma general las similitudes y diferencias que podemos encontrar entre la evaluación psicológica clínica y forense. 

La evaluación psicológica clínica y forense comparten el interés en evaluar el estado mental, pero difieren en objetivos y contextos. Mientras la clínica busca intervención terapéutica, la forense analiza implicaciones jurídicas. Aunque comparten herramientas como autoinformes y entrevistas, la evaluación forense enfrenta desafíos únicos, como la falta de colaboración y la manipulación de información.

En lo forense, se extiende a casos penales donde dictámenes periciales impactan en imputabilidad y decisiones judiciales. A diferencia de la clínica, la forense se centra en aspectos descriptivos y funcionales de la psicopatología vinculados a lo jurídico. Es crucial establecer estándares globales para la evaluación forense.

Esta evaluación difiere al ser temporalmente limitada, requerir valoraciones retrospectivas y prospectivas, y dificultar el acceso completo a elementos. La población forense es más variada, y la entrevista pericial es clave, siendo más útil que las pruebas en ciertos casos.

Si bien no existen apenas instrumentos de aplicación específica en el ámbito forense, hay dos áreas en que han surgido pruebas psicológicas de interés propiamente pericial: la evaluación de la credibilidad del testimonio en menores presuntamente abusados sexualmente y la valoración del riesgo de reincidencia en delincuentes violentos, agresores sexuales o maltratadores domésticos. Ambos campos, dadas sus peculiaridades, imprimen un plus de responsabilidad en la intervención del perito psicólogo (Echeburúa, Fernández-Montalvo, Corral y López-Goñi, 2009)

El abuso de pruebas en lo forense está ligado a creencias (la creencia de los operadores jurídicos de que los test son pruebas objetivas sobre el funcionamiento de la mente humana), presiones legales, competencia interprofesional, o los incentivos económicos.  

En síntomas psicopatológicos, cuestionarios enfrentan desafíos por su vulnerabilidad a la manipulación. Se prefiere pruebas psicométricas que detecten tendencias de respuesta. Las pruebas proyectivas dificultan la manipulación, pero carecen de índices de fiabilidad. Combinar ambas mejoras la evaluación. La Asociación Psiquiátrica Americana aconseja prudencia en el contexto forense en cuanto al uso del DSM. Por ello, la utilización de etiquetas diagnósticas ni es imprescindible ni necesaria en la mayoría de las intervenciones forenses (Delgado, Miguel y Bandrés, 2006).

La detección de engaño se centra en cambios fisiológicos, conducta y análisis verbal, aunque no hay metodologías válidas. La evaluación específica aborda limitaciones de instrumentos clínicos, destacando la importancia de la formación del evaluador. La evaluación psicológica forense se encuentra con algunas dificultades específicas, como la involuntariedad del sujeto, los intentos de manipulación de la información aportada (simulación o disimulación) o la influencia del propio proceso legal en el estado mental del sujeto (Esbec y Gómez-Jarabo, 2000). La detección de simulación y disimulación usa indicadores como discrepancias y síntomas atípicos.

El informe pericial es crucial, debiendo cumplir con el principio de contradicción. La ética destaca la explicación de la quiebra del secreto profesional. La formación especializada del perito es esencial, y la emisión de contrainformes plantea dilemas éticos.

En resumen, la evaluación psicológica forense difiere de la clínica en autoría, contenido y finalidad, requiriendo formación especializada. La mejora de condiciones profesionales es vital para asegurar informes de calidad.

Referencias bibliográficas: 

Delgado, S., Miguel, L. y Bandrés, F. (2006). Medicina Legal. Libro de Casos I. Psiquiatría Forense y Drogodependencias. Madrid: ADEMAS Comunicación.

Esbec, E. y Gómez-Jarabo, G. (2000). Psicología Forense y Tratamiento Jurídico Legal de la discapacidad. Madrid: Edisofer

Echeburúa, E., Fernández-Montalvo, J., Corral, P. y López-Goñi, J.J. (2009). Assessing the risk markers in femicide and in severe intimate partner violence: A new assessment instrument. Journal of Interpersonal Violence, 24, 925-939

Echeburúa, E., Muñoz, J. M., & Loinaz, I. (2011). La evaluación psicológica forense frente a la evaluación clínica: propuestas y retos de futuro. International journal of clinical and health psychology11(1), 141-159.

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